claves reforma casa

Reformar una casa no es más que hacerla tuya; por pura necesidad, por una operación de “lifting” para alquilarla o ponerla a la venta, o por la legítima aspiración de convertir una vivienda en tu hogar, en la casa de tus sueños. Para unos y otros, desde Tendenzzia te recomendamos que, como mínimo, sigas estos pasos:

1. Planifica la inversión

Una reforma de una vivienda siempre, siempre, se debe traducir en una revalorización del inmueble. Y como tal, lo primero que debes calcular es la inversión que dedicarás al proyecto, los días/semanas que podrían necesitar las obras de la reforma y los permisos administrativos previos…Y luego ponte en manos de un profesional, o de varios, y pide que concrete tu planificación en un plan de trabajo, con propuestas y materiales de decoración concretas, con un presupuesto concreto y tantas garantías como creas convenientes.

2. Busca asesoramiento profesional

Puedes buscar ideas para la reforma en Internet o en algún Showrroom de materiales en por un lado, y buscar a los profesionales que la ejecuten por otro lado, o puedes buscar una empresa que te muestre los materiales y las tendenzzias que se adecuan a tus necesidades y que al mismo tiempo dirija y ejecute la obra. Eso es lo de menos. Lo fundamental es que sean lo suficientemente profesionales para ofrecerte una propuesta presupuestaria cerrada, con certificados de calidad de los materiales, propuestas de diseño y garantías de  ejecución de obra en tiempo y forma.   Lo contrario es un riesgo. Y con las cosas de casa no se juega.

3. Permisos administrativos

Si la obra lo requiere, pide con antelación los seguros y las licencias necesarias de obra menor/mayor, ocupación de vía pública, etc… Y comunica a tus vecinos el inicio y la finalización de las obras mostrando toda la documentación necesaria.

4. Comprueba el desarrollo de las obras

Aunque hayas conseguido concretar todos los puntos anteriores, siempre es bueno concretar una o varias comprobaciones del desarrollo de la reforma con la empresa encargada del diseño/ejecución de las obras. Planificar la supervisión de una reforma es la forma más inteligente y civilizada de evitar malentendidos y proponer los cambios que puedan hacerse dentro o fuera del presupuesto de la obra.     

5. Piensa en corto o largo plazo

Acabamos como comenzamos, recordándote que una reforma es una inversión en tu vivienda. Y cualquier obra que hagas, cualquier gasto que asumas, debes hacerlo en términos de inversión. A corto plazo podrás rentabilizar una reforma abaratando el coste de los materiales o de la propia ejecución de la obra, pero para rentabilizar la reforma a largo plazo será conveniente asumir la inversión que requiera la vivienda, la que permita tu presupuesto y satisfaga tu ilusión.